Existen tres tipos de tratamientos para los trastornos bipolares: los psicofármacos, las terapias biofísicas (como la terapia electro-convulsiva) y la terapia psicológica.
En esta noticia nos centraremos en la primera de ellas, la terapia farmacológica.
La diferencia entre estos tipos de tratamiento radica en que la farmacoterapia siempre es necesaria, las terapias biofísicas se utilizan cuando los fármacos no funcionan y la terapia psicológica es un complemento que puede ser adecuado para algunos pacientes.
Estos tres tipos de tratamiento se han demostrado eficaces para el trastorno bipolar. Consideramos otros tipos de tratamientos (homeopatía, flores de Bach, etc.) como alternativos y cuya eficacia no ha sido demostrada, por lo tanto, su uso está desaconsejado.Los fármacos que son administrados a las personas con un trastorno bipolar primero tienen que probar su eficacia en ensayos clínicos. En la mayor parte de los casos, las personas con trastorno bipolar van a necesitar un tratamiento farmacológico de por vida. Vamos a ver qué tipos de fármacos existen para los trastornos bipolares.
Depresión bipolar
En primer lugar, hay un grupo de fármacos que se usan para la depresión bipolar. Estos tienen orígenes diversos, como los antipsicóticos con efecto antidepresivo y estabilizador, estabilizadores de predominancia antidepresiva y antidepresivos como los que se dan para la depresión unipolar en combinación con estabilizadores del humor. Antidepresivos.
Por lo que respecta a los antidepresivos, se ha llegado al consenso de que son necesarios en algunos casos pero que deben prescribirse con prudencia por el riesgo de viraje a fases hipomaníacas o maníacas. Como veremos a continuación, existen diferentes tipos de fármacos antidepresivos.
- Tricíclicos. Son los más ponentes pero también los que tienen más efectos secundarios y mayor riesgo de viraje maníaco. Se reservan para aquellos casos más graves o para los casos que no responden a otros fármacos. Mejoran la transmisión serotoninérgica y noradrenérgica, pero también reducen la actividad colinérgica, razón por la que tienen tantos efectos secundarios. Son incompatibles con el consumo de alcohol. Ejemplos: imipramina (Tofranil), clomipramina (Anafranil©), amitriptilina (Triptyzol©).
- Inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS). Son fármacos antidepresivos con menos efectos secundarios que los tricíclicos y un potencial de viraje a la manía menor. Los ISRS bloquean exclusivamente la recaptación de la serotonina. Ejemplos: fluoxetina (Prozac©), sertralina (Besitrán©), paroxetina (Seroxat©), flovoxamina (Dumirox©), citalopram (Seropram©), escitalopram (Esertia©).
- Antidepresivos heterocíclicos, duales y no selectivos. Son un grupo de antidepresivos heterogéneos. La venlafaxina (Vandral©, Dobupal©) pertenece a este grupo de fármacos y tiene unos buenos resultados incluso con depresiones bipolares muy resistentes. Se trata de un inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina y de la noradrenalina. Sin embargo, no es un antidepresivo de primera opción terapéutica ya que tiene riesgo de inducir un viraje maníaco.Otros fármacos que pertenecen a este grupo pero no son tan indicados para el trastorno bipolar son la maprotilina (Ludiomil), la trazodona (Deprax©), el bupropión (Zintabac©, Quonem©), la mirtazapina (Rexer©, Vastat©) la duloxetina (Cymbalta©) y la reboxetina ((Norebox©, Ireno©r).
- Inhibidores de la monoaminoxidasa (IMAO’s). Son unos antidepresivos eficaces pero poco utilizados en la actualidad debido a que las personas que los toman deben llevar unas dietas muy estrictas (tienen que evitar comer ciertos alimentos como el queso, el embutido, carnes, etc.).
Fármacos anticonvulsivos: la lamotrigina
Se trata de un fármaco anticonvulsivo que se ha demostrado eficaz para prevenir las recaídas depresivas en el trastorno bipolar. Es un fármaco que no produce virajes a la fase maníaca.Otros tratamientos farmacológicos, la olanzapina y la quetiapina pueden ser recomendables en depresiones bipolares sobre todo cuando existe mucha irritabilidad, con gran riesgo de viraje maníaco, con tendencia a tener ciclación rápida y que presenten síntomas psicóticos.
Fase maníaca
En esta fase se prescriben antipsicóticos para reducir los síntomas maníacos y psicóticos. Veamos a continuación cuáles son los antipsicóticos clásicos.
- Haloperidol. Este antipsicótico reduce la producción de dopamina. Es el que tiene mayor rapidez de acción y el más potente. El inconveniente es que produce muchos efectos secundarios.
- Clotiapina. Es un potente antipsicótico con importantes efectos sedativos. Su mecanismo de acción es similar al del haloperidol.
Pasemos a ver el grupo de los antipsicóticos atípicos.
- Clozapina. La Clozapina (Leponex©) es fundamental para pacientes resistentes y con un efecto sedativo asociado. Los pacientes que estén tomando este fármaco deben llevar siempre a las visitas con el psiquiatra una cartilla donde anotarán la fecha de realización de los análisis de sangre, la dosis que está tomando, sus niveles de leucocitos y la firma del psiquiatra.
- Risperidona. Se trata de un fármaco de acción similar al haloperidol pero con menos efectos secundarios. Además de la presentación oral (Risperdal oral©), existe una presentación en formato inyectable de acción prolongada (Risperdal Consta©) que permite que el paciente únicamente deba recibir el tratamiento cada quince días.
- Olanzapina. La olanzapina (Zyprexa©) ha demostrado su eficacia como antimaníaco y como estabilizador y puede ser eficaz en depresión bipolar en combinación con fluoxetina.
- Quetiapina. La quetiapina (Seroquel©) es un tratamiento útil en todas las fases del trastorno, tanto para tratar la manía como la depresión, y también para prevenirlas.
- Ziprasidona. La ziprasidona (Zeldox©) fue el cuarto antipsicótico atípico en aparecer. Una de las principales ventajas es su excelente perfil para evitar el síndrome metabólico (aumento de peso, glucosa, colesterol, etc.).
- Aripiprazol. El aripiprazol (Abilify©) es un fármaco eficaz en el tratamiento de la manía, sin inducir sedación. También es idóneo para que el paciente no aumente de peso.
- Paliperidona. La paliperidona (Invega©) acaba de ser comercializada en España para la esquizofrenia, y ya se dispone de tres ensayos clínicos en manía.
Estabilizadores del estado de ánimo
Los eutimizantes más usados son los siguientes:
- Litio. El carbonato de litio (Plenur) es una sal que se encuentra en la naturaleza. Es un fármaco eficaz para prevenir recaídas y tiene una acción antisuicida. Para evitar los efectos adversos, las personas que lo toman deben llevar a cabo analíticas de forma regular.
- Valproato. El valproato o ácido valproico (Depakine©) es un fármaco antiepiléptico que se ha mostrado eficaz para prevenir las recaídas.
- Carbamacepina. El Tegretol© es otro fármaco antiepiléptico que destaca por su acción antiimpulsiva. Tal como sucede con el valproato y el litio, es algo más eficaz para prevenir la manía y los episodios mixtos que la depresión.
- Oxcabamacepina. La oxcarbamacepina (Trileptal©) es un análogo estructural a la carbamacepina, pero con la ventaja de que interacciona menos con otros fármacos que la primera.
- Topiramato. Es un fármaco para las personas con trastorno bipolar con un trastorno comórbido como el trastorno del control de impulsos o el abuso de sustancias.
- Tiroxina. El Levothroid© tiene cierta acción estabilizante incluso en pacientes que presentan problemas de tiroides (hipotiroidismo).
Como conclusiones, hemos visto que los psicofármacos son imprescindibles para los trastornos bipolares.
Ciertos tipos de terapias psicológicas también se han demostrado eficaces. Los antidepresivos, sobre todo los ISRS y la venlafaxina son tratamientos adecuados para la depresión bipolar, pero deben ser usados con cautela por el riesgo de tienen de viraje a manía o ciclación rápida.
Otros tratamientos cada vez más usados son la lamotrigina, la olanzapina y la quetiapina. Por otro lado, los antipsicóticos clásicos son fármacos muy eficaces para tratar la manía, pero con importantes efectos secundarios.
En los últimos años han aparecido los antipsicóticos atípicos que son mejor tolerados por los pacientes. Son necesarios fármacos estabilizadores del estado del ánimo como el litio para las fases agudas y de mantenimiento.
Bibliografía:
Colom, F; Vieta, E. De la euforia a la tristeza. El trastorno bipolar: cómo reconocerlo y tratarlo para mejorar la vida. La esfera de los libros. 2008.
www.vademecum.es
Publicado el 9-01-2012 en Forumclinic por Anaïs Barcelona. Psicóloga del Hospital Clínic de Barcelona